En mi vida he reflexionado sobre las acciones que hacemos todos los días, desde eventos rutinarios que hacen que acumulemos materiales y recuerdos, hasta los eventos únicos que sobresalen en nuestra memoria. Dichos momentos están rodeados de objetos que pasan desapercibidos, pues en el día a día existen una cantidad de éstos que tienen un uso y duración determinada. Los objetos, al estar en un contexto diferente al de su función inicial, cambian completamente sus características y comienzan a ser relevantes y a jugar con la mente del espectador.

Realizo obras que surgen a partir de una búsqueda por encontrar materiales potenciales que se consumen diariamente, donde la acumulación tanto de objetos como de experiencias son la base de cada una de ellas. Existe una participación de personas externas que están directamente relacionadas con la creación colectiva de la obra, pues la acumulación se hace evidente de manera masiva.En el día a día me cuestiono sobre la dependencia que tenemos hacia ciertos objetos para poder vivir y su acumulación infinita debido a la misma rutina de la cotidianidad. Busco la manera de transformarlos en obras de arte, algunas de ellas efímeras que desaparecen con el paso del tiempo debido a la esencia de los objetos que las componen y nos rodean diariamente.