3 CREENCIAS ERRONEAS SOBRE COMPRAR ARTE
Por: Laura Montañéz Mondragón
Por: Laura Montañéz Mondragón
Para nadie es un secreto que el ser humano no necesita arte para vivir. No obstante, el arte hace nuestras vidas más felices y vivir con arte se ha convertido en un estilo de vida. Afortunadamente hoy en día la oferta y demanda de arte es incalculable y se ajusta a distintos gustos, espacios y presupuestos.
Una obra de arte, dentro de la historia de los bienes económicos, es sin duda alguna, una de las más peculiares. Primero que todo, se considera un bien simbólico, segundo puede considerarse (en la mayoría de los casos) un bien duradero, tercero puede verse como un depósito de valor, cuarto es un artículo de lujo cuya posesión carga un prestigio social y por último, tiene la particularidad de que su valor aumenta en proporción inversa a su disponibilidad en el mercado.
Así pues, la gente compra arte con diferentes presupuestos y por distintas razones. La siguiente gráfica nos muestra un estudio de los motivos por los cuales la gente compra arte. Esta gráfica fue publicada en el 2014 en el reporte anual del mercado de arte hecho por Art Basel y UBS:
Como se puede ver en la gráfica, tanto agentes del mundo arte, como compradores, invierten en arte principalmente por un valor emocional, seguido por un valor social, la rareza, por ser considerado un bien de lujo y después es de estos cuatro segmentos empiezan a contar aquellos que compran por razones monetarias, fiscales y de inversión.
La realidad es que hay tantas razones para comprar arte, como beneficios. Por consiguiente, es errado pensar que el arte es excluyente, que comprar arte es sólo para invertir una gran suma de dinero y que quien compra lo hace pensando exclusivamente en un retorno económico.
Limitarse a comprar arte por inversión es un gran error. Empezando porque esto toma tiempo y medir el rendimiento de la inversión en términos monetarios a ciencia cierta es casi imposible. No obstante, para entender las implicaciones frente a comprar arte exclusivamente por inversión, se debe saber que, si se quiere un beneficio económico alto, se necesita invertir una gran suma de dinero. La lógica detrás de esto, está en que una inversión a poco riesgo y con altos beneficios económicos se hace en aquellos artistas consagrados a quienes el tiempo de formación, visibilidad y legitimación los ha llevado a ser ¨estrellas¨ seguras. No obstante, esta labor de comprar arte sólo por inversión debe ser estresante.
Como se dijo anteriormente, los beneficios de comprar arte no se limitan a su valorización en el tiempo. Por esto, quien se toma el tiempo de comprar arte y disfrutar del proceso encuentra en la compra de estos bienes una experiencia única de convivir con algo estéticamente valioso, la posibilidad de contar una historia, de revivir un recuerdo, de entender algo, de conocer gente y de apoyar un artista. Por esta misma razón, comprar con diferentes presupuestos, es tan válido como comprar obras a artistas emergentes, o consagrados. Para quien disfruta estos valores en la compra de arte, encontrar un beneficio económico resulta un valor agregado.
Vivir con arte, como ya se dijo, es uno de los placeres más exquisitos del mundo. No obstante este proceso de compra, no debería tomarse a la ligera y por el contrario debería disfrutarse en cada instante. Encontrar la obra perfecta para el espacio perfecto no es fácil, y aunque hay casos donde se da un ¨amor a primera vista¨ lo cierto es que hay que educarse, asesorarse y buscar, para encontrar.
Ahora bien, hablo de arte en general. Sin discriminar artistas, trayectoria artística, técnicas o presupuestos. Tampoco discrimino la forma en la que se decide comprar arte. Esto se puede hacer directamente al artista, a través de una página web, un dealer, una corredora, una galería, una feria o una casa de subastas.
No hay una fórmula para hacerlo pero sí hay una lógica para hacerlo. Comprar arte, implica educar el ojo, visitar talleres, exposiciones, ferias, páginas web, leer y escuchar a gente del medio. Cualquiera que sea la opción de compra, se debe tener tiempo, revisar las alternativas y hacerlo con ganas de conocer, aprender y disfrutar.